30 de julio de 2005
POESIA DESDE GUATEMALA
Maya Cu nació en la ciudad de Guatemala en 1968 y es maestra de educación primaria. Asistió a la Universidad de San Carlos de Guatemala y ha participado en muchas actividades artísticas enfocadas en la música, la poesía y el teatro. Sus poemas han sido publicados en revistas, periódicos y antologías. Su primera publicación fue una colección titulada Poemaya que se incluyó en una antología de la obra de cinco poetas jóvenes guatemaltecos, titulado Novísimos y publicado en 1996. Su primera publicación individual es La rueda, otra colección hermosa de su poesía. En su obra se nota su lucha continua por hurgar en el dolor y comprenderlo. A veces es dolor provocado por el amor y lo que trae al ser humano, y otras veces es el dolor provocado por la injusticia y la violencia. Maya Cu alza el espejo para reflejar la realidad individual y la de su país.
POEMAS DE MAYA CU
La mujer
se acerca a un ciprés oloroso
a invierno
deja
que la cobije su
sombra
se acomoda entre
sus ramas
moviéndose ambos
al ritmo del viento
las hojas
dejan escapar su olor
la mujer
abre sus poros
y deja también
su olor
en la copa del ciprés
Te debo
las ganas del regreso
a repetir cada verbo
hasta desnudarlo
sacarle de cada astilla
canciones
de cada raíz
estrellas
de cada hoja
tristezas
te debo la necesidad
de repasar los nombres
en la rueca
donde tejí óvulos
y piel
a una raíz:
el círculo donde me reconozco
RAZONES
Si la memoria no me falla
hay en mi árbol genealógico
una madre
abatida por
trabajo, hambre, abandono…
algún hermano desterrado
por padecer cierta lepra moderna
una hija sobreviviendo
a un padre ausente
más allá
hay dos abuelas
cuyas bisabuelas
parieron frutos híbridos
quienes
a su vez
parieron otras frutas
poblando
siglo tras siglo
este Paraíso Violado
del otro lado del océano
llegó un abuelo
cuyo abuelo
cruzó la puerta de los esclavos
en las isla de Goré
de ellos heredé
la terquedad del ritmo
aun cuando el espíritu agonice
deberás comprender
entonces
lo difícil que es
olvidar este dolor
que nació conmigo
como herencia familiar
tendrás
que sumarle además
la rabia
de saberme
mujer no nacida
amante mutilada
arco iris abortado
-recuerda que fui parida
durante la guerra eterna-
que
no te extrañe entonces
si a tu pedido de
bondad
alegría y olvido
respondo
justicia
ahora que conoces
esta historia personal
te pido:
no apresures tu reacción
o tu discurso
détente
escucha
por ahí
en algún
espacio de vida
corre todavía un riachuelo
que, si lo dejas inundarte
te convertirá
en la continuación
de mi cauce
de esperanza
© Maya Cu, "La rueda"
se acerca a un ciprés oloroso
a invierno
deja
que la cobije su
sombra
se acomoda entre
sus ramas
moviéndose ambos
al ritmo del viento
las hojas
dejan escapar su olor
la mujer
abre sus poros
y deja también
su olor
en la copa del ciprés
Te debo
las ganas del regreso
a repetir cada verbo
hasta desnudarlo
sacarle de cada astilla
canciones
de cada raíz
estrellas
de cada hoja
tristezas
te debo la necesidad
de repasar los nombres
en la rueca
donde tejí óvulos
y piel
a una raíz:
el círculo donde me reconozco
RAZONES
Si la memoria no me falla
hay en mi árbol genealógico
una madre
abatida por
trabajo, hambre, abandono…
algún hermano desterrado
por padecer cierta lepra moderna
una hija sobreviviendo
a un padre ausente
más allá
hay dos abuelas
cuyas bisabuelas
parieron frutos híbridos
quienes
a su vez
parieron otras frutas
poblando
siglo tras siglo
este Paraíso Violado
del otro lado del océano
llegó un abuelo
cuyo abuelo
cruzó la puerta de los esclavos
en las isla de Goré
de ellos heredé
la terquedad del ritmo
aun cuando el espíritu agonice
deberás comprender
entonces
lo difícil que es
olvidar este dolor
que nació conmigo
como herencia familiar
tendrás
que sumarle además
la rabia
de saberme
mujer no nacida
amante mutilada
arco iris abortado
-recuerda que fui parida
durante la guerra eterna-
que
no te extrañe entonces
si a tu pedido de
bondad
alegría y olvido
respondo
justicia
ahora que conoces
esta historia personal
te pido:
no apresures tu reacción
o tu discurso
détente
escucha
por ahí
en algún
espacio de vida
corre todavía un riachuelo
que, si lo dejas inundarte
te convertirá
en la continuación
de mi cauce
de esperanza
© Maya Cu, "La rueda"
HASTA SIEMPRE PAPÁ
HILARIO HENRIQUEZ 1918-2005.
El pasado 24 de Junio falleció mi padre a las edad de 87 años.
Esta fue la ultima foto que le tomé alla en Bonao su pueblo natal.
Ese viernes fue un viernes tragico para todos nosotros. Precisamente el viernes, era el dia en que el esperaba mi llamda a las 10 de la mañana. No pude llamarlo porque me llamaron a mi para darme la mala noticia. Estoy compartiendo este dolor con mis amigos y familiares y tambien agradecer a los que me han dado su apoyo tanto alla como aqui en la Florida.
El pasado 24 de Junio falleció mi padre a las edad de 87 años.
Esta fue la ultima foto que le tomé alla en Bonao su pueblo natal.
Ese viernes fue un viernes tragico para todos nosotros. Precisamente el viernes, era el dia en que el esperaba mi llamda a las 10 de la mañana. No pude llamarlo porque me llamaron a mi para darme la mala noticia. Estoy compartiendo este dolor con mis amigos y familiares y tambien agradecer a los que me han dado su apoyo tanto alla como aqui en la Florida.
LOS INMIGRANTES
Norberto James Rawlings
San Pedro de Macorís, 6 de febrero 1945
http://www.cielonaranja.com
LOS INMIGRANTES
Aún no se ha escrito
la historia de su congoja.
Su viejo dolor unido al nuestro.
I
No tuvieron tiempo
-de niños-
para asir entre sus dedos
los múltiples colores de las mariposas.
Atar en la mirada los paisajes del archipiélago.
Conocer el canto húmedo de los ríos.
No tuvieron tiempo de decir:
-Esta tierra es nuestra.
Juntaremos colores.
Haremos bandera.
La defenderemos.
II
Hubo un tiempo
-no lo conocí-
en que la caña
los millones
y la provincia de nombre indígena
de salobre y húmedo apellido
tenían música propia
y desde los más remotos lugares
llegaban los danzantes.
Por la caña.
Por la mar.
Por el raíl ondulante y frío
muchos quedaron atrapados.
Tras la alegre fuga de otros
quedó el simple sonido del apellido adulterado
difícil de pronunciar.
La vetusta ciudad.
El polvoriento barrio
cayéndose sin ruido.
La pereza lastimosa del caballo de coche.
El apaleado joven
requiriendo
la tibieza de su patria verdadera.
III
Los que quedan. Éstos.
Los de borrosa sonrisa.
Lengua perezosa
para hilvanar los sonidos de nuestro idioma son
la segunda raíz de mi estirpe.
Vieja roca
donde crece y arde furioso
el odio antiguo a la corona.
A la mar.
A esta horrible oscuridad
plagada de monstruos.
IV
Óyeme viejo Willy cochero
fiel enamorado de la masonería.
Óyeme tú George Jones
ciclista infatigable.
John Thomas predicador.
Winston Brodie maestro.
Prudy Ferdinand trompetista.
Cyril Chalanger ferrocarrilero.
Aubrey James químico.
Violeta Stephen soprano.
Chico Conton pelotero.
Vengo con todos los viejos tambores
arcos flechas
espadas y hachas de madera
pintadas a todo color ataviado
de la multicolor vestimenta de "Primo"
el Guloya-Enfermero.
Vengo a escribir vuestros nombres
junto al de los sencillos.
Ofrendaros
esta Patria mía y vuestra
porque os la ganáis
junto a nosotros
en la brega diaria
por el pan y la paz.
Por la luz y el amor.
Porque cada día que pasa
cada día que cae
sobre vuestra fatigada sal de obreros
construimos
la luz que nos deseáis.
Aseguramos
la posibilidad del canto
para todos.
s.p.m. 1969
© ® Norberto James
San Pedro de Macorís, 6 de febrero 1945
http://www.cielonaranja.com
LOS INMIGRANTES
Aún no se ha escrito
la historia de su congoja.
Su viejo dolor unido al nuestro.
I
No tuvieron tiempo
-de niños-
para asir entre sus dedos
los múltiples colores de las mariposas.
Atar en la mirada los paisajes del archipiélago.
Conocer el canto húmedo de los ríos.
No tuvieron tiempo de decir:
-Esta tierra es nuestra.
Juntaremos colores.
Haremos bandera.
La defenderemos.
II
Hubo un tiempo
-no lo conocí-
en que la caña
los millones
y la provincia de nombre indígena
de salobre y húmedo apellido
tenían música propia
y desde los más remotos lugares
llegaban los danzantes.
Por la caña.
Por la mar.
Por el raíl ondulante y frío
muchos quedaron atrapados.
Tras la alegre fuga de otros
quedó el simple sonido del apellido adulterado
difícil de pronunciar.
La vetusta ciudad.
El polvoriento barrio
cayéndose sin ruido.
La pereza lastimosa del caballo de coche.
El apaleado joven
requiriendo
la tibieza de su patria verdadera.
III
Los que quedan. Éstos.
Los de borrosa sonrisa.
Lengua perezosa
para hilvanar los sonidos de nuestro idioma son
la segunda raíz de mi estirpe.
Vieja roca
donde crece y arde furioso
el odio antiguo a la corona.
A la mar.
A esta horrible oscuridad
plagada de monstruos.
IV
Óyeme viejo Willy cochero
fiel enamorado de la masonería.
Óyeme tú George Jones
ciclista infatigable.
John Thomas predicador.
Winston Brodie maestro.
Prudy Ferdinand trompetista.
Cyril Chalanger ferrocarrilero.
Aubrey James químico.
Violeta Stephen soprano.
Chico Conton pelotero.
Vengo con todos los viejos tambores
arcos flechas
espadas y hachas de madera
pintadas a todo color ataviado
de la multicolor vestimenta de "Primo"
el Guloya-Enfermero.
Vengo a escribir vuestros nombres
junto al de los sencillos.
Ofrendaros
esta Patria mía y vuestra
porque os la ganáis
junto a nosotros
en la brega diaria
por el pan y la paz.
Por la luz y el amor.
Porque cada día que pasa
cada día que cae
sobre vuestra fatigada sal de obreros
construimos
la luz que nos deseáis.
Aseguramos
la posibilidad del canto
para todos.
s.p.m. 1969
© ® Norberto James
26 de julio de 2005
POEMAS DE JAIME SABINES
Jaime Sabines 1926-1999.
(C) Dibujo de Enrique Alfaro Santos
Nació en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en 1926, murió en la Ciudad de México el 19 de marzo de 1999. "Contrariamente a lo que por lo general ocurre, Jaime Sabines no ha hecho vida literaria ni suele colaborar en revistas especializadas. Se ha ganado la vida en actividades comerciales. La poesía coloquial, vertida en lenguaje de todos los días, suspendida por una emoción amparada en el temor, encuentra en Sabines un convencido partidario.
Al escepticismo descarnado aúna el horror de la muerte; al disfrute de ciertos momentos, opone la conciencia de la destrucción, y sosiega el brote de la esperanza con la imagen de la corrupción de la carne. Con tales elementos, ahogados en una angustia que de pronto puede resolverse en frases imprevistas, ha escrito páginas que sobresalen por la peculiar emoción con que han sido concebidas.
"De su palabra surge un mundo en descomposición hacia el cual tiende la mano para comprobar cómo el hombre desde que nace es un símbolo de lo que pronto acaba".
OBRAS DE SABINES:
Horal (1950)
La señal (1951)
Adán y Eva (1952)
Tarumba (1956)
Diario semanario y poemas es prosa (1961)
Poemas sueltos (1951-1961)
Algunos poemas de Yuria (1967)
Maltiempo (1972)
Algo sobre la muerte del mayor Sabines (1973)
Otros poemas sueltos (1973-1977)
Fuente: www.poesia-inter.net
(C) poesia-inter.net
23 de julio de 2005
APERITIVOS DE LA LITERATURA
Adoro el exceso de tus manos, de tu boca.
Ese besar la raíz de mi sexo
y ese desintegrarme
en miles de placidas hormigas
que me cruzan para reinar solo en tu boca.
Toda la piel, todos los huesos,
dejan de ser, temporalmente,
y el sexo abarca el universo inmenso.
Te incorporo y retengo contigo las cuatro latitudes.
Ay, amor, cuanto puede tu desenfreno
Como se hace piel mi cuerpo entero.
(C) Gaby Vallejo
"Disquisiciones de una mujer cualquiera"
22 de julio de 2005
20 de julio de 2005
Pablo Neruda. Oda al Gato
Los animales fueron
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.
El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.
No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.
Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.
Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.
Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.
© Pablo Neruda
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.
El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.
No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.
Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.
Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.
Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.
© Pablo Neruda
Las alas del tiempo
Cae a cantaros
la luz que llora
y se escasean los besos y las noches
Empezar a vivir
con las alas del tiempo
y agonizar después
cuando ya
no haya muerte
lejos se fue la estrella
a celebrar muy tarde
el nuevo encuentro
con el astro de amor
que constela su vida
las manos se quedaron estampadas
ante el adiós
terrible de la tarde
el fantasma
de un beso moribundo
sigue asustando al tiempo
que se acaba....
Cae a cantaros
la luz que llora
y se escasean los besos y las noches
Empezar a vivir
con las alas del tiempo
y agonizar después
cuando ya
no haya muerte
lejos se fue la estrella
a celebrar muy tarde
el nuevo encuentro
con el astro de amor
que constela su vida
las manos se quedaron estampadas
ante el adiós
terrible de la tarde
el fantasma
de un beso moribundo
sigue asustando al tiempo
que se acaba....
(C) Francisco Henriquez
19 de julio de 2005
SHANI REYES
LOS MALQUERIDOS
LOS MALQUERIDOS
Los malqueridos duermen
con ojos anclados
en estrellas;
Los malqueridos sueñan
con esqueletos necios
de sonrisas;
Los malqueridos viven
con la escasez de sangre
que los hiere;
Los malqueridos mueren
con las manos tatuadas
de temores;
Los malqueridos vuelan
con abejas
en coros de mordiscos;
Los malqueridos aman
la sombra de una espalda
que es la luna.
© ® Francisco Henriquez
Los malqueridos duermen
con ojos anclados
en estrellas;
Los malqueridos sueñan
con esqueletos necios
de sonrisas;
Los malqueridos viven
con la escasez de sangre
que los hiere;
Los malqueridos mueren
con las manos tatuadas
de temores;
Los malqueridos vuelan
con abejas
en coros de mordiscos;
Los malqueridos aman
la sombra de una espalda
que es la luna.
© ® Francisco Henriquez
7 de julio de 2005
POESIA DESDE JARABACOA
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La poesía de Enriquillo Sánchez
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