28 de marzo de 2010

Abre sus puertas la Casa Museo de Gabriel García Márquez


La casa museo del Nobel de literatura Gabriel García Márquez en la población colombiana de Aracataca (norte) abrió sus puertas tras más de tres años de reconstrucción, confirmó el Ministerio de Cultura. La vivienda, convertida en museo, recrea detalladamente los espacios en los que transcurrió la infancia y adolescencia el reconocido escritor colombiano.

El museo cuenta con 14 ambientes característicos de las viviendas caribeñas de la primera mitad del siglo XX y los nombres de cada uno de los espacios fueron autorizados por "Gabo". La casa reconstruida pertenecía a los abuelos de García Márquez y forma parte de los lugares de Aracataca que son considerados una "génesis" de una buena parte de la inspiración literaria del Nobel. clarin.com


Muere Matilde Elena López, escritora salvadoreña y militante contra el martinismo.

Matilde Elena López falleció de una pulmonía, según lo informó un matutino local. Tenía 91 años, los últimos de los cuales los pasó cobijada por su hija Floritchica y sus nietos, en su casa de Antiguo Cuscatlán. Había borrado muchos recuerdos, útiles e inútiles, de su mente y quizás su único habitante era el amor.


Matilde Elena López fue maestra y amiga de varias generaciones de escritores salvadoreños. No pretendo decir con esto nada nuevo, nada que otros —y yo mismo— no hayan dicho antes. En un mundillo literario y artístico como el salvadoreño, donde una muestra de amistad es tan frecuente como la proverbial gota de agua en el desierto, López se interesaba por lo que hacían los demás escritores.

Una pérdida de este tipo reseca cualquier vida. No la de Matilde Elena López. Al zarpazo de la muerte, ella le respondió con el amor, así como su admirada Antígona lo hizo para reivindicar la dignidad de su hermano muerto ante las leyes tiránicas.

Guardemos silencio ahora. Que hable la maestra, la amiga:

Preguntas si llegó
La primavera
Radiante no me ves
La cara
Como si el sol
Iluminara adentro.
No sientes que la vena
Casi estalla
De júbilo y alborozo,
De alegría
Y no ves que estallan
Los colores
Del blanco hasta el oscuro
Y hasta el fondo
De aquella noche
Noche de profundis.

rebelion.org

23 de marzo de 2010

Muere escritora hondureña Amanda Castro


La reconocida escritora hondureña Amanda Castro murió pasado 18 de marzo en Tegucigalpa, a los 48 años, debido a una enfermedad pulmonar, informaron hoy fuentes allegadas a su familia.
Castro, nacida el 12 de octubre de 1962 en Tegucigalpa y maestra de educación primaria y educación media, fue galardonada en 2008 con la "Hoja del Laurel en Oro" por el gobierno hondureño.
Su obra fue reconocida en Honduras y en el exterior, con publicaciones en periódicos y revistas de Centroamérica, Europa y Estados Unidos.
Entre otras obras publicó "Poemas de amor propio y de propio amor", "Celebración de mujeres", "Quizás la sangre", "La otra cara del sol", "Una vez un barco", "Viajes y sueños: reflexiones sobre creación e identidad", "Pronombres de tratamiento en el español hondureño" y "Otros testimonios: voces de mujeres centroamericanas".
En 1993 se hizo merecedora del Primer Premio Poesía en el 56 Certamen de Juegos Florales México, Centroamérica y el Caribe que se en, Guatemala, con su libro "Celebración de mujeres".
También fue fundadora de la Editorial Ixbalán de Honduras y defensora de los derechos laborales de las mujeres, principalmente de las que trabajan en la industria de maquila (ensambladora


Satinada pantalla de la noche

Frente a esta satinada pantalla
tus labios envuelven mi cuerpo
me palpás completa
te palpo infinita
mar en calma
—la profundidad de mi piel
hundida en la tuya—
el palpitar de tu sangre
fluyendo en mis labios
bestia en celo
ansiosa y desatada

Tus labios
henchido deseo
en mi boca
manantial de lirios florecidos
y sé que te amo
en este desierto infinito de la memoria
alargada por los sueños

Te veo de pie
tras mis hombros
levantando mi pelo
tu aliento escurriéndose
apenas roza mi piel
y dejo caer el peso de mis años
para amarte una vez más

Reís
con la sonrisa de una mujer joven y libre
y nos veo adolescentes
explorando nuestros cuerpos
igual que la primera canción
redondeando la curvatura
de un seno despierto
con el toque y la humedad
de las lenguas
la endurecida punta
para complacer

Y me veo
lamiendo tus labios
prolongándome la vida
y acercándome a la muerte
envuelvo mi lengua con las palabras
que me has dado siempre
y te encuentro sentada en Mi Centro
—que ahora es el Tuyo—
y saboreo la sal de tu angustia
que lo absorbe todo

Con tus gritos tiernos
epitafios de placer
libero tu pelo
ondeando al viento otoñal
de nuestras costas
transparentes y profundas
estoy
apaciblemente tierna
rodeada por tus piernas
—barco por fin anclado—
aflojo de mi pecho
su amargura
—Me entregás todo—

Me elevo por los aires
con los duendes
que despiertan entre mil llagas
mi piel adormecida
el sollozo de mi llanto
placentero y pleno
salpica tus mejillas puras

Mi eterna compañera
te veo en la cocina sonriente
tragándote las gotas
que resbalan de mi frente
de mi pubis
tu lengua recorriendo
el abdomen contraído
de deseo
y subís
y subís
hasta los pechos
tus dientes los dominan dulcemente
y me estremezco una vez más
el sol y el mundo desaparecen
ante mis ojos
—ah!! la nada existencial!—
vivir la vida entera en un segundo
y soy bajo tu piel
la sangre que nos une
en nuestro lecho
y soy bajo tu piel la mujer que había soñado ser
y soy la mujer que ama a otra mujer
y soy tu mujer
y soy por fin quien soy



Extensión de las horas

Has venido a convertirte en todo
Extendiendo mis horas
repaso en mi memoria
tus ojos
relámpagos fugaces
fugitivos
tus manos
universos diminutos
de ternura y miel
la humedad
de tus labios
desatando en mis entrañas
una bestia adormecida
la curva de tu cuello
entre mis manos
trémula
tu olor a nardos y deseo
el eco profundo de tu voz
en despedida

Mi entraña arremetida
contraída
alada en convulsiones
derramándome toda en tu recuerdo
día y noche
con el constante salto
entre la piel y la esperanza
buscando una excusa para llamar
para escuchar tu voz
como granizos en mi espalda
para sentir de nuevo este hoyo
para sentir de nuevo
en tus labios este dolor
que atormenta mis pasiones
y mis sueños



Under the skin



I’ve got you under my skin
I have got you so deep in my heart
that you’re all ready a part of me.
Diana Krall


Escribo
para vos
estos poemas
de amor
entre mujeres
abrazando
de una vez
mi existencia
y el poderoso cordón
que enlaza nuestros vientres
en la noche
a oscuras
en el silencio
de esta soledad que habito
Porque sólo palabras
puedo darte
—son lo único esencialmente mío—
porque sólo narrando
tu historia
se teje con la mía
en la noche
a oscuras
Porque sólo las palabras
me permiten acariciar tu pelo
a la distancia
y en la memoria
porque sólo deslizando mis manos
sobre las teclas tenues
puedo sentirte
igual que a una canción
al interior de mis sentidos
porque sólo las palabras
pueden hablar de este compás
que marcan tus caderas
en mi pubis
Sólo las palabras
me permiten recorrerte entera
en un verso
en la noche y a oscuras



Primitivo amor

Primitivo es este deseo
de acercarme a tus labios
nuevamente
y morder tiernamente
tu cuello
sin llegar a lastimarte

Primitivo es este eco
que se agolpa entre nosotras
cada instante
recorriendo nuestras fuentes
como esferas de colores
—kundalini estremecido—

Primitiva es esta voz
que me despierta
el roce de tu piel
y una caricia prometida

Primitivo es este líquido
que derramo
sobre papeles blancos
como la sangre intensa
acumulada en el deseo
doloroso de mis labios

Primitivo
es este amor
que te propongo

22 de marzo de 2010

Adios Amanda












"acabo de enterarme del fallecimiento de Amanda, la más contundente poeta que haya conocido. Estoy muy tristea"- Maya Cu


BREVE NOTA BIOGRÁFICA DE LA POETA
Amanda Castro, promotora y activista de los derechos y la creación de las mujeres, nació en Tegucigalpa, Honduras, el 21 de octubre de 1962, falleció en Tegucigalpa, el 19 de marzo de 2010. Ha publicado, entre otros, Poemas de amor propio y de propio amor (1993); Celebración de mujeres (1996), Onironautas (2001), Una vez un barco (2004).

Compiló en una antología la poesía escrita por mujeres hondureñas contemporáneas. Doctora en filosofía por la Universidad de Pittsburg, es fundadora de Ixbalam Editores (http://www.ixbalameditores.org/) y del Proyecto Siguapate (http://proyectosiguapate.blogspot.com).

No lloren por mí

Cuando el velero blanca de mi calmada paz y la melancolía se aleje del
puerto con camino infinito y sin retorno/ no lloren por mí/ que la
muerte me ha dado el descanso y con sus tiernos brazos me muestra el
camino de la luz hacia la aura/ que la muerte me lleva consigo a
conocer los secretos fantasmas de sueños insomnes que tanto dolor
provocaron en vida/ que no llore mi madre/ porque con nuestros muertos
estoy de regreso desnuda y contenta de la mano del hombre que decidió
ser mi padre y su amor/ que los abuelos me aguardan para contarme los
cuentos de antaño que no pude escribir/ que no llore mi hermano/
porque él me vio en la montaña perderme en la lluvia buscando un
camino que llevaba al mar/ que recuerde mi risa confundida/ entre los
granitos de arena que cantaban los niños/ de nuestro viaje río arriba
descubriendo el amor/ que no lloren mis niñas/ tres hebras de la misma
madeja que hilvanan el cielo y el mar/ el viejito lleno de amor que no
llore nunca/ porque voy contenta/ que no llore mi amante compañera
tierna/ mi bastón/ mi mano mi pluma cuando no he podido escribir/ mi
amor cuando no he podido amar/ mi vida cuando no he podido vivir/ que
no lloren mis amigos/ porque ellos ya conocen de mis amores con la
muerte y no les sorprende el dolor/ que recuerden mis versos y que
beban lo que no pude/ cuando apenas y se distingan mis cenizas entre
las aguas o el viento de un templo en Copán/ que no llore nadie/ que
quemen incienzo alzando las copas/ que me voy contenta para Xibalbá/
que no llore nadie/


http://fis.ucalgary.ca/ACH/Registro/Amanda_Castro/Poesia.html



15 de marzo de 2010

Murió El Escritor Miguel Delibes


El escritor Miguel Delibes ha entrado ya en el lugar de los escogidos, después del funeral oficiado este mediodía en la catedral de Valladolid, su posterior incineración y el depósito de las cenizas en el Panteón de Vallisoletanos Ilustres de la ciudad, donde descansa ya, junto los escritores José Zorrilla y Rosa Chacel y el bailarín Vicente Escudero. Para respetar su deseo de descansar junto a su esposa, Ángeles de Castro, los restos de su mujer -fallecida en 1974 a los 50 años- serán también trasladados con él.

Allí se encuentran también los restos del investigador Pío del Rio Hortega, discípulo de Ramón y Cajal; del pensador Ricardo Macías Picavea y del poeta realista Emilio Ferrari, entre otras personalidades.

La capilla ardiente de Miguel Delibes, que falleció el viernes a los 89 años, se reabrió al público a las 10,30 horas de hoy después de que el viernes pasaran por ella cerca de 15.000 personas en diez horas.

Una hora más tarde, el féretro fue conducido a pie desde la Casa Consistorial, en donde estaba instalada la capilla ardiente, hasta la Catedral metropolitana.

Las tribunas instaladas en la plaza Mayor con motivo de la próxima celebración de la Semana Santa estaban abarrotadas de ciudadanos, al igual que la explanada de la plaza. Todos querían dar con aplausos su último adios a quien ha sido uno de los vecinos más ilustres de la capital vallisoletana, la misma en la que nació, vivió y murió.

Una vez que el féretro fue depositado en el coche fúnebre los nietos emocionados se fundieron en un profundo abrazo mientras que los miles de asistentes aplaudieron durante más de un minuto a Miguel Delibes, tras lo cual guardaron un minuto de silencio para, posteriormente, seguir aplaudiendo.

15.000 personas pasaron por la capilla ardiente para despedir al querido escritor

El recorrido hasta el templo contó con la presencia de cientos de ciudadanos entre los que estaban la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, además de diversos representantes políticos como Tomás Burgos, Miguel Ángel Cortés, Ana Tormes o Emilio Álvarez. También quisieron expresar personalmente sus condolencias personajes de la cultura como el vicedirector de la RAE, Jose Antonio Pascual, las actrices vallisoletanas Concha Velasco y Lola Herrera; la actriz María Fernanda D'Ocon; los escritores Gustavo Martín Garzo y Joaquín Díaz; el director teatral Fernando Urdiales, el poeta Antonio Colinas o el cantautor Amancio Prada.

Precisamente, durante el recorrido, controlado por un fuerte dispositivo policial, Germán Delibes, uno de los hijos del autor de obras como 'Los santos inocentes' o 'El hereje', agradeció las muestras de cariño de los asistentes.

El paso del cortejo fúnebre era recibido con aplausos por los cientos de ciudadanos que se agolparon en las inmediaciones de la Catedral Metropolitana una hora antes de que comenzara el funeral.

El acceso a la Catedral por la puerta principal era prácticamente imposible pues fueron muchos los vallisoletanos que querían despedir a uno de sus escritores más ilustres, junto a José Zorrilla o Rosa Chacel.

Uno de los momentos más emotivos se vivió cuando el cortejo llegó a la puerta de la Catedral y el féretro con los restos del maestro descendían del coche fúnebre, mientras que los cientos de ciudadanos que se encontraban en el interior del templo se ponían en pie para recibir a Don Miguel y a sus familiares.

Una veintena de curas recibió el féretro de Miguel Delibes que quedó depositado a los pies del altar Mayor de la Catedral custodiado por dos guardias municipales vestidos de gala, mientras que a sus pies se depositaron parte del centenar de coronas y ramos que en estos dos días han llegado al Consistorio, ya que era imposible trasladar todas ellas hasta la ceremonia. Allí se celebró un funeral de cuerpo presente, oficiado por el administrador apostólico de Valladolid, Féliz López Zarzuelo, que destacó el compromiso humano y cristiano del fallecido.

Para respetar el deseo del escritor de descansar junto a su esposa, Ángeles de Castro, los restos de su mujer -fallecida en 1974 a los 50 años- serán trasladados al Panteón de Hombres Ilustres, donde se depositarán las cenizas del Premio Cervantes.


Fuente. www.elmundo.es

Poema de Francisco Henriquez

  Pregunta   En que bolsillo de mi alma Guardaré tu ausencia? En que mirada de la muchedumbre  Encontraré la tuya? Cuando el suelo me hable ...