28 de diciembre de 2013

Un Poeta que nace

Hace años, desde 1998, La Tertulia de Orlando, fundada por Francisco Henriquez en la Librería Spanish Books, propiedad de la gran amiga y luchadora por la cultura, Niza Ortiz, ha venido desarrollando y descubriendo nuevos poetas. Esos poetas no estaban escondidos ni dormidos, mas bien se encontraban en otro limbo de la vida. Uno de esos poetas es Oscar Delamota, nacido en La Vega, República Dominicana. Nuestro Contertulio escribe influenciado, quizás indirectamente por el gran poeta dominicano Hector J. Diaz, porque Delamota como interprete de la década de los años 70, arrastra las vivencias del bolero y la balada de la época y su creación poética, mas que descubrimiento, es búsqueda de los lugares desconocidos del amor a la mujer, pero no a la mujer como genero, sino a la mujer como parte de su vida en pareja. Sangramos la poesia, como si fuera una hemorragia de sentimientos desordenados, pero al leer a mi amigo Oscar veo que hay un poeta que nace todos los días.


Inquietud


Amor,
cuando estamos solos,
que significa
una picara sonrisa tuya
con ese tierno abrazo juguetón?
Que significa cuando
me volteas, me mortificas, me desesperas.
Cuando despiertas al hombre que te ama.
Aquel que en el silencio infinito,
siente tu ternura, tu calor,
el olor inconfundible de tu cuerpo
y el terciopelo de tu piel?
 
Tu abrazo me fortalece,
tus ojos complices me hablan,
se cierran lentamente
y me invitan al amor.
Tu haces que mis dedos toquen
el piano imaginario de tu espalda.
Que se deslicen por los acordes de tu nuca
y suban dispersos por tu pelo.
Que jueguen como niños con tu cuello
y como adultos, desciendan a tus pechos.
Que al recorrer cada pulgada de tu cuerpo
confundan tus sentidos.
Que te hagan vibrar
(al soplar suavemente
en intervalos de tiempo).
Y a lo lejos escuches mi voz
susurrando un te quiero.



Travesia



La geografía de tu cuerpo
es una asignatura aprendida.

Las montañas de tu pecho desembocan
en el riachuelo de la vida,

y el oasis que encuentro
Me despierta la sed que nunca termina...

Entonces...

Sucumbo ante tus besos.

Tus caricias me transportan
al afluente inevitable de tu cuerpo.

Madrugan tus gemidos

nos olvidamos del tiempo!

Sólo existes tu en mi mundo

Y yo en tu universo...

Suplica
Quiero revolcar mi cabeza entre tu vientre
y moverla este-oeste,
dibujar el alfabeto con destreza
y crear palabras con mi lengua,


quiero desgarrar la tela con los dientes
y bajar a tus tobillos y sin tregua
quiero subir a mordidas por tu cuerpo,

y hacerlo disfrutar a raudales,
quiero bailar la musica lejana
y cantarla en tus oídos,

quiero mirar tus ojos suavemente,
y empezar de nuevo la jornada,
quiero comerte a besos lentamente,
y no cansarme de ti, mi musa amada!




® Oscar Delamota


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