16 de septiembre de 2015

Imagen del Silencio






Me quedé mirándola fijamente
en blanco y negro
buscando en el brillo
de sus ojos
el deseo perdido.

Ni siquiera parpadeaba
al mirarla
porque me miraba también
buscando en mi
la realidad de una vida
que no se acaba.

Miraba su boca
su nariz
y hasta su frente
y todo el rostro
maravillado
por el misterio.

Yo, parpadeaba
de tanto mirarla
ella, no.

Yo sonreía, mirándola
de arriba a bajo,
desde el cuello
hasta la última brisa
de su pelo negro,
y ella, ni siquiera
una mueca de vida,
sólo, una sombra de silencio.

Así, me quedé dormido,
mirándola
y desperté con ella
en mi mano izquierda
con mi pulgar
acariciando la foto.


® Francisco Henriquez Rosa


No hay comentarios:

Soledades

  La soledad del ascensor  Es como la soledad  Del espejo  Que te miras Sin mirar a nadie. La soledad de los cementerios  Es una soled concu...