16 de noviembre de 2006

LOS POETAS NO QUEREMOS PREMIOS QUEREMOS JUSTICIA

Los escritores ya no quieren que los premien ni los reconozcan.
Los que son famosos y realizados no aceptan los premios por razones políticas o personales y los que no son famosos lo hacen para cosechar alguna fama como antipremiados.

La poeta dominicana Ylonka NacidIt-Perdomo rechazó el reconocimiento que recibiría de la Cámara de Diputados, junto a otros colegas cultivadores de la musa. En una carta dirigida al diputado Manuel Jiménez, quien propuso la entrega de pergaminos a poetas dominicanos, Nacidit asegura que no se considera merecedora del agasajo porque su obra poética "no ha alcanzado la grandeza estética y literaria” que amerita el galardón.

Esto es un asunto de premios y castigos.
Castigos para los que quieren premiar y premios para quienes creen no merecerlos.
Ahora lo que está de moda es el rechazo. Si no me dan de beber lloro y si me dan de beber me emborracho. La “imberbe” poeta quisqueyana, con 9 libros publicados, 6 de ellos de poesía, "no ha alcanzado la grandeza estética y literaria”, que pena. Y digo “que pena” mas por el congresista de la idea delirante que por la poeta Nacidlt quien hace 8 años fue merecedora del premio “Best Editor Essay 1998” de la International Writers and Artists Association que, lo mas seguro no había mucha “grandeza literaria” sino mas interés.

Y quienes han alcanzado la grandeza literaria en la Republica Dominicana? Me imagino que Bosch, Balaguer, Don Pedro Mir, Manuel del Cabral que, aunque siendo mas poeta que Don Pedro Mir no tuvo la “grandeza” necesaria para llegar a ser el poeta nacional.

El escritor Español Enrique Vila-Matas, quien fue galardonado con el premio Médicis a la mejor novela extranjera y que siempre se le conoció como un «escritor sin premios», ironiza y dice que: “Generalmente, el que rechaza un elogio es que desea dos, así que acepto el premio encantado” Y creo que ese es el caso de los escritores “ñoños” que por hache o por erre tienen que negarce a recibir un premio y asi descubrir la trementina y darse a conocer mas por rebeldes que por talentosos.

Yo no creo que hay que alcanzar nada, lo que hay que hacer es escribir y trabajar por la cultura de nuestros pueblos y dejarnos de pendejadas. La idea del diputado dominicano Manuel Jiménez no creo que fuera amañada ni desconsiderada, solamente es una idea de un individuo que cree y quiera aportar algo por los hacedores de cultura como lo es el también aunque no deja de tener un matiz político como representante del partido en el poder. El que rechaza el premio diría y quien es el para darme un premio a mi? Y quien eres tu para rechazar un premio de el?

Creo que también en el rechazo existe un matiz político de no darle crédito a una idea que, de alguna forma puede ser favorable para los párvulos de la literatura. Que perdemos con aceptar un premio o un reconocimiento? Creo que no se pierde nada. Pero si se gana rechazando porque creamos una atmósfera guerrillera para que sigan proliferando los grupúsculos de escribidores sonámbulos. En una ocasión le negaron el premio a Viriato Sención por su novela “Los que falsificaron la firma de Dios”.

Ahora no se le niegan los premios a los escritores y nos damos el lujo de rechazarlos. Me imagino que los más dolorosos son los premios como el Nóbel de literatura que es un premio adornado de billetes de a mil, que Sartre se atrevió a rechazarlo bajo una conducta de principios políticos, porque dicen las malas lenguas que después mandó a buscar el cheque.

Otro bravo fue, el escritor Guatemalteco Humberto Ak’abal, muy buen poeta por cierto de corte indigenista y gran luchador por los derechos de los indios de América latino en especial los Mayas de Guatemala y Méjico. El poeta chapín se negó a aceptar el premio nacional de literatura por la sencilla y sensible razón de que ese premio lleva el nombre de un escritor que alguna vez escribió algo descompuesto acerca de los indios guatemaltecos

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