"El heraldo proclamó con fuerza: «A todos ustedes, pueblos, naciones y lenguas, se les ordena lo siguiente: Apenas escuchen el sonido de la trompeta, el pífano, la cítara, la sambuca, el laúd, la cornamusa y de toda clase de instrumentos, ustedes deberán postrarse y adorar la estatua de oro que ha erigido el rey Nabucodonosor. El que no se postre para adorarla será arrojado inmediatamente dentro de un horno de fuego ardiente». Por tal motivo, apenas todos los pueblos oyeron el sonido de la trompeta, el pífano, la cítara, la sambuca, el laúd, la cornamusa y de toda clase de instrumentos, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron para adorar la estatua de oro que había erigido el rey Nabucodonosor."
Libro de Daniel 3:4
"Vengo con música enérgica, con cornetas y tambores, no sólo ejecuto marchas en honor de los vencedores, las ejecuto también en honor de los vencidos y los muertos."
Walt Whitman, Canto de mí mismo

"América, te lo he dado todo y ahora no soy nada… No soporto mi propia mente. América, ¿cuándo acabaremos con la guerra humana? Anda y que te jodan con tu bomba atómica."
Allen Ginsberg, América